Ljubica Vodanovic
Socia de Vodanovic Legal
La alta conectividad, los bajos costos de almacenamiento de la información y el soporte tecnológico, generaron el surgimiento de las compañías denominadas “BigTech”, siendo las más relevantes Apple, Google, Microsoft y Meta en Occidente y Tencent y Alibaba en Oriente. ¿Qué tienen en común estos gigantes tecnológicos? Que ahora buscan incursionar en servicios financieros a través del modelo “FinTech”. Y lo pueden hacer porque tienen lo más importante: la data de los clientes y la tecnología.
¿Cómo lo están haciendo? En lugar de aplicar a una licencia bancaria, optan por utilizar modelos de negocios innovadores como el Banking as a Service (BaaS). Veamos el ejemplo de Apple. Esta empresa, en alianza con el banco americano Goldman Sachs, acaba de lanzar un producto de “rendimiento” a través de su tarjeta Apple Card, que permite a sus titulares manejar su dinero e invertirlo en productos con un rendimiento mucho mayor (4.3%) respecto a la rentabilidad que ofrecen las cuentas de ahorro tradicionales (0.5%).
Esta alianza es un BaaS pues Goldman Sachs pone a disposición de Apple su infraestructura bancaria para que Apple pueda administrar e invertir dinero del público, lo cual le exige “colgarse” de la licencia financiera de Goldman Sachs. Y este último, gracias a Apple, tiene un canal muy potente para captar más clientes de los que atrae con sus canales tradicionales. Esta alianza, que tiene menos de un año, ha logrado obtener cerca de US$ 10 mil millones en depósitos y camina a convertirse en el negocio FinTech más relevante del mundo. De hecho, para ser precisos con la terminología actual, se trata de un “Neobanco”, la unión de un banco con una compañía no bancaria para ofrecer un producto bancario.
Si bien nadie puede augurar al 100% el éxito futuro, esta alianza muestra al mundo la potencia del modelo FinTech: utilizar la tecnología para desarrollar productos financieros digitales que mejoren la experiencia del usuario. Además, potencia el modelo colaborativo a través de Partnerships, dejando de lado la idea de que las BigTech vienen a competir directamente con los bancos. La ruta tomada, al menos en este caso, es buscar a la propia banca para ofrecer a sus clientes nuevos productos financieros. De esta manera, se genera sinergia y simbiosis, siendo el más beneficiado el público. Este camino también está siendo recorrido por otras empresas FinTech que hoy son unicornios en Latinoamérica tales como Nubank, Ualá y Mercado Fondos, del gran Mercado Libre.
Está muy claro que esta transformación financiera que vivimos genera nuevos retos, tanto para los agentes como para el regulador, que deberá cuidar que se gestionen adecuadamente los riesgos en estas integraciones. También es claro que no solamente los bancos sino las instituciones financieras en general tienen una excelente oportunidad para aprovechar su infraestructura regulada y encontrar nuevas vetas de negocios que las hagan mantenerse vigentes en un mundo tan cambiante. Comentaremos más sobre la complejidad de estos retos en una siguiente entrega.