
Recientemente, el gobierno empezó a implementar un shock de medidas importantes para impulsar la inversión privada. Del mismo modo, sería útil pensar en un shock regulatorio a favor de la inclusión financiera, abarcando medidas que permitan nivelar la cancha, fomentar la innovación y mejorar la coordinación público-privado.
¿Por qué nivelar la cancha es importante? Lo explicamos. En Perú, una fintech de préstamos no requiere obtener una licencia de la Superintendencia de Banca y Seguros (SBS) cuando presta con sus propios recursos, pero los intereses que cobra están gravados con el IGV y sus préstamos se sujetan a los topes de tasas de interés del ordenamiento común. Sin embargo, las empresas de crédito supervisadas por la SBS, a pesar de que tampoco captan depósitos, tienen una alta carga regulatoria y ciertos beneficios, entre ellos, los intereses de sus créditos no están afectos al IGV y, cuando éstos superan 2 UIT, no hay tope de tasas. Esta disparidad ocasiona que no se desarrollen las fintech de préstamos, pero tampoco las empresas de créditos supervisadas.
¿Entonces, incrementamos la carga regulatoria a las fintech? No. Necesitamos el piso parejo. Esto significaría libertad de tasas e inafectación del IGV para ambas, además de aligerar el licenciamiento si operan con recursos propios. Pero ¿y cómo cuidamos que las fintech sean prudentes y seguras si no están supervisadas? Con buenos estándares y certificadas por instituciones de prestigio.
Otro ejemplo de cancha dispareja se da en los pagos digitales y transferencias. Todo pago implica una transferencia, sin embargo, los pagos están bajo la competencia del Banco Central de Reservas (BCRP) y las transferencias de la SBS. Las empresas de transferencias requieren licencia de la SBS, quien tiene dos tipos de licencias que no han funcionado como se esperaba: La de Empresa de Transferencia de Fondos (ETF) y la de Emisor de Dinero Electrónico (EEDE). Será esencial flexibilizarlas, modernizarlas y/o consolidarlas en la competencia del BCRP dada su especialidad en pagos.
En medidas para fomentar la innovación, hay buenas iniciativas, pero aisladas. El Superintendente, Sergio Espinosa, anunció que el sandbox (espacios de prueba) a su cargo será habilitado para los bancos y también para las fintech. Esto propiciará iniciativas como la del Banco de Crédito para que sus clientes operen con criptoactivos. Los bancos son agentes clave en la transformación digital por su solidez y escala; pero en la región hay fintech innovadoras que resuelven problemas no atendidos por la banca tradicional (remesas inmediatas, tarjetas multi-países y multi-propósito, etc). Abrir el sandbox financiero es una buena medida regulatoria.
Finalmente, mejorar la coordinación público-público y con los privados será crucial pues los servicios financieros digitales competen al BCRP, SBS, SMV, Indecopi, Autoridad de Datos y al MEF. Este último tiene la tarea de impulsar la inclusión financiera y podría evaluar estas medidas con la participación del sector privado.
Fuente: Diario Gestión